Iniciar una sesión de trabajo

Tras arrancar R nos encontramos con un terminal en el que deberemos teclear los comandos necesarios para realizar todas las operaciones que vayamos a realizar; desde la edición y gestión de ficheros de datos, a los análisis estadísticos y generación de gráficos. Como dijimos en la Introducción, deberemos aprender el idioma de R. Sin embargo, y aunque es amplio, veremos que con muy poco esfuerzo podremos empezar a trabajar. Además, una característica de R muy útil es que los comandos que se introducen por teclado se van almacenando en un historial, de manera que podemos recuperar las órdenes introducidas en un momento anterior con la ayuda de la tecla flecha-arriba. Esto nos ahorrará mucho trabajo de tecleado y de memorización de la sintaxis de los comandos ya que una vez introducido podremos recuperarlo posteriormente. Por otro lado, esta facultad nos va a permitir realizar análisis estadísticos de una manera incluso más rápida de lo que lo haríamos con una aplicación en modo gráfico, en la que deberíamos desplazarnos por diferentes ventanas para realizar un análisis prácticamente idéntico al realizado en un momento anterior.

En R nos vamos a encontrar con lo que se denomina "espacio de trabajo" (workspace en inglés). Es una entidad virtual en la que se van a ir almacenando las variables y análisis que vayamos haciendo a lo largo de nuestra sesión de trabajo.

En Linux, el espacio de trabajo se almacena en el directorio desde el que se ha lanzado R, de modo que al arrancar R se cargará el espacio de trabajo correspondiente al directorio en el que nos encontremos al lanzar la aplicación. Por ese motivo, antes de comenzar un estudio estadístico (digamos, Clima de Aragón) es conveniente crear un directorio (tal vez, Clima de Aragón). Cuando vayamos a trabajar sobre este asunto acudiremos a ese directorio para, desde allí, arrancar R. Todos los ficheros que vayamos generando (de texto, gráficos,...) en la sesión de R se irán guardando por defecto en este mismo directorio.
Si no hacemos esto y arrancamos R, sea cual sea el problema estadístico, desde un directorio cualquiera, por ejemplo home, iremos acumulando objetos de diferentes problemas estadísticos en el mismo espacio de trabajo, lo que acabará creando la consiguiente confusión.
Si analizamos los ficheros ocultos contenidos en el directorio de trabajo, vemos que hay uno llamado .Rhistory que es el que va almacenando el histórico de comandos introducidos en R. Como es un fichero de texto, podemos visualizarlo con cualquier editor.

En la versión de R para Windows las cosas son algo distintas porque, aunque el espacio de trabajo también se guardará en el directorio desde el que se lance la aplicación, lo cierto es que la operación de arranque se suele hacer, bien con un doble clic sobre el icono colocado en el escritorio o la barra de programas, bien desplegando el menú de Inicio hasta llegar a la aplicación.
Una vez arrancado R, para saber cuál es el directorio de arranque deberemos teclear getwd() y anotar la ruta de acceso que nos indica por pantalla que, si hemos hecho una instalación de Aceptar en Aceptar, estará en C:\Archivos de programa\R\rw1051 . Cuando hayamos acabado la sesión de trabajo con R y guardado el espacio de trabajo, nos encontraremos en el directorio que nos haya indicado getwd() con un icono en forma de R. Es conveniente entonces poner un nombre a ese icono (que de momento no tiene ninguno) y trasladarlo a la carpeta en la que vayamos a guardar todo el material que vayamos generando en nuestro trabajo estadístico.

Si este procedimiento nos parece demasiado complicado, podemos utilizar el comando /File/Save Workspace, que nos permite guardar una imagen de nuestro espacio de trabajo en el directorio que deseemos. Tras acabar nuestra sesión de trabajo, deberemos descartar los cambios si queremos que, al abrir de nuevo R desde el icono de la aplicación, no se cargue ningún workspace.

A partir de ese momento, cuando queramos recuperar ese espacio de trabajo en concreto, tendremos dos opciones:

  1. lanzar R haciendo doble clic sobre el icono situado en la carpeta de trabajo
  2. hacer sobre doble clic sobre el icono que abre la aplicación y cargar el espacio de trabajo desde File/Load workspace. Nos aparecerá una ventana en la que sólo deberemos indicar la carpeta en la que hemos guardado la imagen del espacio de trabajo.
Cuando arrancamos R desde el icono de la aplicación, se recupera el último espacio de trabajo abierto, que puede ser,o no, el que nos interese a nosotros. La mejor manera de averiguarlo es tecleando ls(); si se ha cargado el que deseamos, es obvio que no es preciso hacer la operación anterior.

En la versión de R para Windows disponemos de una ventana con menús, una pequeña barra de herramientas y la consola para introducir los comandos por teclado. Aunque no hay procedimientos estadísticos en modo gráfico, sí que hay algunos comandos útiles, como el que permite la importación de paquetes desde el sitio web de CRAN o la personalización del entorno.

2007-02-12